Alrededor del mundo, la vaca promedio se mantiene en el hato por dos lactancias. Las vacas dejan el hato por causa de problemas de salud o problemas reproductivos, costándole dinero al productor y a la industria. Mantener vacas que pueden producir a un nivel alto en el hato por más tiempo, aumentan las ganancias al productor y hace al mercado de la leche más sustentable.